Creación Literaria

VERSO
Es oscuridad,
Es luz;
Es elegancia,
Es misterio;
Es silencio,
Es lujuria;
Es solitaria,
Y es compañera… ¿qué es?

PROSA

    Una noche de verano, se encontraba Adrián mirando por la ventana como muchas noches lo hacía. Veía a la gente pasear, correr, reír, hablar… adoraba mirar desde su habitación como la gente, ajena a ser observada actúa, vive y pasa la vida.

    Adrián era un niño corriente, que no le gustaba salir, pero… tenía muchos amigos, era bueno, noble y leal, pero un poco cabezón y… cuando decía que no, era que no, así que se pasaba las horas en su poyete favorito, mientras sus amigos jugaban al fútbol, iban en bici o echaban torneos con las chapas. De vez en cuando, sus amigos subían a casa a jugar a los videojuegos con él, ver películas y hablar entre amigos, hasta que un día, David decidió quedarse con él más tiempo de lo que normalmente lo hacía.

    Adrián se mostró un tanto receloso de su intimidad, puesto que era consciente de su “rareza” y que quizás David empezaría a pensar, que ya no era sólo cabezón, sino también un poco extraño, pero confió en que consiguiese entenderle y seguir queriéndole como amigo.

    David dijo: “a ver Adri, ¿tú qué haces aquí pasando las horas?” y Adrián contestó: “Aprender” David pensó que estaba un poco majareta, porque bastante rollo era ya ir al colegio a estudiar, como para mirar por la ventana para aprender, pero le dio una oportunidad…

    Al día siguiente, David decidió volver a quedarse junto a Adrian y así continuamente durante diez días. Al undécimo día David se dio cuenta de que iba por gusto y reflexionó sobre lo bonito, divertido y entretenido que era aprender de la gente. David aprendió de su amigo Adrián, Adrián de David y los dos de todo lo que observaban.

    Al cabo de los meses, ambos seguían siendo tan amigos como siempre, con algo más en común, la capacidad de observar, seguían siendo amigos del resto de la pandilla y poco a poco, Adrián fue siendo menos reservado, más abierto, pero el mismo chico bueno, observador y único, como en realidad SOMOS TODOS.


DRAMÁTICA

    Se encontraban como cada día, Pedro y Rebeca de camino al colegio. Todas las mañanas se juntaban en el portal e iban hablando hasta llegar a clase, pero hoy es diferente… es martes y 13 y cada uno ha oído algo diferente sobre estos días…

Pedro: ¡Buenos días Rebe! ¿Qué tal?

Rebeca: ¡Hola Pedro! Pues… bueno, hoy es un día raro y es que me han contado que…

Pedro: Sí… ya, que es martes y 13 y ¿ya te ha pasado algo? ¡Eso es una tontería!

Rebeca: Yo no lo creo… mi prima Patricia dice que  en martes y trece, ni te cases ni te embarques, y eso que seguro es por algo

Pedro: yo sé porque se dice, pero quiero que sepas que es una tontería y no pasa nada…

Rebeca: mira Pedro… yo hoy ya me he levantado de mala pata. 

Pedro: a veeeeeer…  ¿qué te ha pasado? -Pedro apreciaba mucho a Rebeca, pero creía que era muy exagerada y dramática-

Rebeca: mira, me he levantado y he empezado al revés… me ha dado por vestirme antes de desayunar y… “Ley de Murphy”; nunca me mancho y hoy que estaba con la ropa, se me ha caído la galleta en el pantalón… y ¡¡¡eso que nunca me ensucio cuando desayuno con el pijama!!!

Pedro: ¡Eso es casualidad!

Rebeca: No, no, no Pedro… es porque el aura del martes y trece me ha empujado a hacerlo al revés desde que me he despertado, porque… no es lo único que me ha pasado…

Pedro: bueno, bueno Rebeca… 

Rebeca: ¡jooo! No me tomas en serio…

Pedro: Sí te tomo en serio, lo único que te estoy diciendo es que lo que te pasa no es por el día en el que estamos, sino que hay días mejores y… días peores, ¡es cuestión de casualidades! Eso es lo único que quiero que entiendas…

Rebeca: ya Pedro, pero mira, ni en los aviones hay fila 13 ¡es un número que da mala suerte!

Pedro: yo te voy a demostrar que estás equivocada, y que esta tontería te ha ocurrido por casualidad…

Rebeca: ya veremos… yo creo que odiaré de por vida que una semana de un mes en un año… haya martes y trece…

Pedro: espera un poquito y te darás cuenta de que eres una exagerada y te dejas llevar por tontería que te cuentan por ahí. ¡A la salida te veo para volver a casa!

Pedro entró en su clase y Rebeca en la suya. Todos los días al inicio del día ponen la fecha en la pizarra. En la clase de Rebeca, fue a ella a quién le tocó escribir el día en el que estamos y ella escribió “Martes, 13 de marzo de 2011”
Todos los compañeros dijeron:

Clase: ¡¡Rebeca, hoy no es martes y trece!! 

Fue cuando Rebeca pensó en su gran amigo Pedro, dándose cuenta de que él tenía razón y que da igual el día en el que estemos, sea martes y trece, viernes y trece o viernes y diecisiete… las cosas pasan porque sí o porque tienen que pasar, pero independientemente de factores no influyentes…
A la salida de clase, Rebeca y Pedro se juntaron para iniciar el camino a casa.

Pedro: ¿Qué tal en clase Rebe?


Rebeca: ¡Aaaaaay Pedro! ¡Pues muy bien, jejejej! (sonríe)

Pedro: ¿Y eso?

Rebeca: pues que tenías toda la razón, en clase me he acordado de ti, hoy me ha tocado poner la fecha en la pizarra y me he dado cuenta que ayer fue un día genial y fue martes y trece, porque hoy…. ¡Hoy es miércoleeeeeeeeeees catorce!

Pedro: ¿Lo ves? ¡Te dije que te lo demostraría! Indirectamente, pero lo he conseguido. 

Rebeca: Venga Pedro, te invito a merendar en casa.

Y así acabaron el día, miércoles catorce, un día más, en el que te pueden ocurrir cosas buenas y cosas malas, podemos estar bien o mal, estar buenos o malos, pasárnoslo bien o mal… Lo importante es tener buenos amigos y disfrutar de la vida.

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